«Somos nuestra memoria…», expresa Jorge Luis Borges en su poema «Cambridge» de su obra «Elogio de la sombra». Qué cierto es. Al alcanzar los 50 años, nuestra capacidad cognitiva (o memoria) puede comenzar a verse influenciada por varios factores, como el estrés, el envejecimiento natural, ciertos medicamentos o problemas de salud.
El cerebro funciona de forma similar a un músculo, por lo que, para reducir los efectos negativos de la edad, como la pérdida de memoria, es fundamental comenzar a entrenarlo cuanto antes.
En este contexto, la recomendación inicial es realizar actividades cognitivas (como juegos de mesa); no obstante, cuidar nuestra alimentación, descansar bien y practicar ejercicio físico también son aspectos cruciales para mantener nuestra memoria en forma.
Por eso, en este artículo te contamos cuál es el ejercicio físico que los expertos sugieren, ya que resulta muy beneficioso para fortalecer nuestra memoria.
El ejercicio físico ideal para mejorar la memoria
La memoria es como un dispositivo que nos permite aprender, resolver problemas e interactuar socialmente; por ello, es normal que con el tiempo notemos que su rendimiento ya no es el mismo que antes.
Un estudio reciente de la Universidad de Harvard identificó que el ejercicio físico más efectivo para mejorar la memoria es la actividad aeróbica o cardiovascular, como caminar, montar en bicicleta o nadar.
Los expertos de Harvard afirman que la actividad aeróbica moderada potencia el rendimiento de algunas áreas del cerebro relacionadas con la memoria y el pensamiento. Aunque los científicos no especificaron un ejercicio cardiovascular en particular, todos los estudios analizados consideraron los efectos de caminar.
Por lo tanto, a simple vista, el ejercicio aeróbico es una de las actividades físicas que mayores beneficios aporta a la memoria y a la función cognitiva en general.
Este tipo de ejercicio físico aumenta el flujo sanguíneo hacia el cerebro, estimulando la neurogénesis (creación de nuevas neuronas) y fortaleciendo las conexiones entre las células nerviosas, especialmente en el hipocampo, una región cerebral vinculada con la memoria y el aprendizaje.
Además de los ejercicios cardiovasculares, otros tipos de entrenamientos que favorecen las funciones cognitivas incluyen:
- Ejercicio de resistencia, como el uso de pesas y entrenamiento de fuerza: ideal para personas mayores, ya que está demostrado que mejora las funciones cognitivas y promueve la salud cerebral a largo plazo.
- Ejercicios de coordinación y equilibrio: actividades como el baile, que no solo trabajan la coordinación y el equilibrio del cuerpo, sino que también tienen beneficios cognitivos, ya que estimulan diversas áreas cerebrales y potencian la plasticidad del cerebro.
- Yoga y meditación: aunque estas prácticas no se destacan por su intensidad física, su práctica regular contribuye significativamente a mejorar la memoria a corto plazo, ayudando a reducir el estrés.
Recuerda que el estrés puede afectar de manera negativa tanto a la memoria como a la salud cognitiva en el tiempo.
Tiempo recomendado de actividad física
Para disfrutar de los beneficios del ejercicio físico sobre la memoria, considera estas recomendaciones de tiempo:
- Entre 150 y 300 minutos semanales de ejercicio aeróbico moderado (como caminar a buen ritmo) o de 75 a 150 minutos de actividad intensa (como correr).
- Un mínimo de dos sesiones semanales de ejercicios de resistencia adicionales.