Al pensar en perder peso, es común creer que una cena ligera, como un yogur o una pieza de fruta, es la mejor opción. Sin embargo, los expertos en nutrición indican que este enfoque no siempre es el más acertado. Para lograr una cena equilibrada que contribuya a la pérdida de peso de manera saludable, es importante incluir todos los tipos de nutrientes necesarios, como proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos.
No todo es válido cuando se trata de adelgazar, y la última comida del día también desempeña un papel crucial en el bienestar general. Sin embargo, esta tarea es más fácil de lo que parece, con ideas de cenas que favorecen el descanso o con recetas recomendadas por numerosos nutricionistas. Son propuestas que, aunque no son excesivas, sí aportan todos los nutrientes necesarios.
Como ya comentábamos, la cena ideal para perder peso no debería basarse únicamente en fruta o yogur de manera habitual. Aunque son alimentos saludables, este tipo de restricciones puede acabar generando carencias nutricionales y provocar ansiedad. Lo más adecuado es, ajustando las cantidades a las necesidades de cada persona, optar por una cena completa y variada.
Esto implica una combinación de carbohidratos, proteínas, fibra, distintos grupos de vitaminas y grasas saludables. En una lista de ideas para una alimentación equilibrada, conviene resaltar el papel fundamental de la proteína. Aunque suele evitarse por la tarde o la noche, la proteína de alta calidad es esencial para adelgazar, ya que tiene un gran poder saciante, lo que ayuda a reducir el apetito y, por ende, la ingesta de otros alimentos.
La importancia de la proteína en la cena
Además, la proteína contribuye a mantener la masa muscular, algo indispensable durante un proceso de adelgazamiento. Esto se debe a que ayuda en la recuperación muscular y mejora el metabolismo basal, lo que significa que el cuerpo sigue quemando calorías incluso en reposo. En cuanto a las fuentes de proteínas para la cena, existen opciones tanto de origen animal como vegetal.
En este sentido, se recomienda incluir pescados como el salmón, la merluza, las sardinas en conserva o la caballa, que además de ser ricos en proteínas, contienen ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular. También se pueden añadir carnes magras como el pollo, el conejo o el pavo. Los huevos son otra excelente alternativa, pues son bajos en grasas saturadas y ricos en nutrientes esenciales.
Para quienes prefieren opciones veganas, están las lentejas, los garbanzos, las semillas de girasol, las almendras, los cacahuetes o los altramuces. Estos alimentos son muy fáciles de integrar en recetas frías o calientes. Por ejemplo, la crema de calabacín de Lourdes Montes puede enriquecerse con proteínas al decorarla con semillas de calabaza o añadirle un huevo cocido picado.
A esta propuesta se le pueden añadir muchas otras recetas con un equilibrio nutricional óptimo, como salmón a la plancha con espárragos y quinoa; una ensalada de garbanzos, aguacate y pollo, o una tortilla de espinacas acompañada de una rebanada de pan integral. Así, la cena perfecta para adelgazar no es aquella que excluye ciertos grupos de alimentos, sino la que incluye proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables.
Además, evitar cenas compuestas únicamente por yogur o fruta, aunque estos sean productos saludables que sí pueden formar parte de la comida, reducirá la necesidad de picotear entre horas. Al aportar al organismo los nutrientes necesarios en el momento adecuado. No obstante, lo más recomendable para cualquier cambio en la alimentación es consultar con un profesional de la nutrición o la salud, ya que ellos podrán adaptar mejor la cena ideal a las necesidades individuales de cada persona.