Tanto las frutas como las verduras son fuentes esenciales de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, lo que las convierte en aliadas indispensables para el buen funcionamiento del organismo. Sin embargo, en muchas ocasiones desconocemos cuál es la más adecuada según nuestras necesidades de salud. Dentro de los múltiples beneficios de la naranja, hay uno que quizá no conocías.
De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la naranja está compuesta en un 90% por agua, lo que contribuye a mantener la hidratación de los riñones. No obstante, las personas con enfermedades renales crónicas deben moderar su consumo y no exceder una unidad diaria. Asimismo, el citrato presente en esta fruta puede ser un aliado en la prevención de cálculos renales.
Para quienes no presentan afecciones renales, no hay un límite estricto en su consumo, aunque es recomendable tomar ciertas precauciones. La revista MejorconSalud señala que incorporar naranjas a la dieta diaria aporta múltiples beneficios al organismo. Su riqueza en vitamina C, hidratos de carbono, ácido fólico, minerales y fibra, junto con su notable actividad pro vitamínica A, la convierten en un alimento altamente nutritivo.
Considerando que una naranja de entre 100 y 150 gramos proporciona los nutrientes necesarios para el día, lo aconsejable es consumir dos piezas al día. También es importante saber que la mejor manera de aprovechar sus propiedades es ingerirla entera y no exprimida, ya que el jugo pierde una parte significativa de sus vitaminas y minerales.
Un estudio dirigido por la doctora Changzheng Yuan, profesora de Nutrición en la Harvard School of Public Health, concluye que la ingesta regular de frutas, verduras y zumo de naranja tiene un impacto positivo en la mejora de la función cognitiva subjetiva (SCF, por sus siglas en inglés).
Desde Mayo Clinic destacan diversos beneficios de la naranja y su jugo para la salud:
- Contribuir a la regulación de la presión arterial y la función celular, gracias a su contenido en potasio.
- Ayudar a prevenir cálculos renales, ya que el zumo de naranja eleva el pH de la orina, dificultando la formación de estos.
- Aportar vitamina C en grandes cantidades, llegando a duplicar la dosis diaria recomendada. Esta vitamina es clave para mantener los tejidos saludables y facilitar la absorción de hierro. La cantidad diaria recomendada es de 75 miligramos en mujeres y 90 miligramos en hombres.
Si deseas incluir la naranja en tu alimentación diaria, es importante conocer algunos trucos para conservarlas en buen estado por más tiempo. Las naranjas pueden mantenerse frescas durante aproximadamente una semana a temperatura ambiente. Para prolongar su vida útil por un par de semanas adicionales, deben almacenarse en la parte más fría del frigorífico, en un espacio seco y con una temperatura entre 5 °C y 6 °C.
Si dispones de un cajón de madera para verduras, como los que se usan en fruterías, esta puede ser una buena alternativa, siempre que esté seco. Además, si deseas conservarlas por un periodo más largo, es posible congelarlas durante un año. Para ello, deben lavarse, pelarse y cortarse antes de guardarlas en bolsas herméticas.